Rostros -descripción-.
En el apuro cotidiano
en el que vivimos inmersos dentro de la sociedad moderna no suele mirarse a
quienes pasan tan cerca a nuestro lado. Miramos pero no vemos. La
hipermediatización donde la comunicación está mediada por dispositivos técnicos
gran parte del tiempo y nuestra interacción se presenta en las distintas
plataformas. Comprender la comunicación social del cara a cara y desde lo
gestual y lograr mirar al otro más allá de verle pasar por un instante.
Esos rostros que expresan
y comunican algo cuando uno mira como el de aquel abuelo cruzando la avenida
con sus bolsas cargadas de compras, a paso lento avanza con sombrero bien
puesto y su cinta de raso que lo sujeta, con su cabeza levemente inclinada. En su
cara las marcas por el paso del tiempo, profundas como la del entrecejo y párpados
caídos llevan a cuestas esa expresión de tristeza y enojo por lo que pudo haber
sido, ojos que piden ayuda quizás por años perdidos. Mis ojos se cruzan con los
suyos y lo miro, quiero darle esperanza que los sueños no se han perdido que
aún hay camino no recorrido.
Muy cerca una niña pequeña,
canta de la mano de su madre mientras camina. Con ojos grandes, carita dulce
prolija y llena de alegría que a su paso transmitía. Te provocaba una sonrisa.
Mostrando sus dientes de leche con cierta simpatía. Corre niña corre que la
vida no empezó todavía.
Me detengo un poco más
y ahí estaba una mujer en la parada del colectivo. El viento mueve sus pelos
salvajes, tapan sus ojos pero no le importa, y aprovecha el tiempo mientras lee
concentrada con un rostro sereno como adaptado a la vida. Gesticula de manera
inconsciente mientras lee compenetrada en sí misma. La sensación que genera es
de tranquilad, tal vez el libro en su mano es como si frenara el tiempo un
momento, más allá de los bullicios de la ciudad.
Y como en todo paisaje se
refleja el abandono a los sin techo. Duerme en la calle debajo de la autopista,
cuida autos de vecinos. Delgado rostro y curtido. Ojos que reflejan aflicción y
carga por algún duro azote del pasado y la falta de oportunidades, para algunos
oportunidad no merecida, la llamada meritocracia a la cual habría que darle
salida. A pesar del agobio que manifiesta su cansado cuerpo, su rostro amistoso
siempre sonríe, siempre. Habla con los vecinos, es educado. Quiere escapar de
donde fue impuesto, quiere tener esperanza. Él es quien mira al resto, conectar
con el otro buscando quizás algo de empatía.
Comentarios
Publicar un comentario